
En 1950 Leo Fender creó la primera guitarra eléctrica de cuerpo macizo llamada Esquire, con el mismo diseño que posteriormente tendría la Telecaster, pero con una sola pastilla simple en la posición del puente. Sin embargo, la Esquire ya incorporaba la cavidad para una pastilla suplementaria: Fender empleaba el mismo cuerpo para ambos modelos.
En 1951, decidió crear una nueva versión de dos pastillas: en un principio se llamaría Broadcaster en honor a las emisoras de radio, por entonces el mayor medio de difusión de la música. Pero por problemas de patente con Gretsch, que comercializaba una batería llamada Broadkaster, en 1952 el nombre fue modificado finalmente por el de Telecaster, esta vez en honor a la cada vez más popular televisión.

La intención inicial de este diseño era crear una guitarra de producción relativamente barata, ensamblaje fácil y sencilla a la hora de realizar mejoras o reparaciones.
Pero también le presta ciertas cualidades únicas en el timbre. Éste es agudo y pleno en armónicos, con muy buena definición en los acordes, y muy percusivo, algo de lo que se beneficiaron muchos guitarristas de country y pioneros del Rock 'n' roll como James Burton, que popularizó la técnica del Chicken picking en este instrumento.
Una buena definición de la Telecaster es: «un tablón, un bate de béisbol, seis cuerdas y los tornillos necesarios para que todo se mantenga unido», lo que da idea de la sencillez de este modelo, lo que unido a su inconfundible sonido la ha convertido en una guitarra mítica. Sin embargo, esta radical ruptura con la tradición de la luthiería clásica le valió en un principio no pocas comparaciones despectivas, desde la de un remo de canoa a la de una pala quitanieves.
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